Alfabetización digital:
¿te unes al reto?
Por Danna Valentina Salinas Muñoz
El gran cambio que tuvo la educación en tiempos de pandemia nos acercó superficialmente a las herramientas digitales. Si bien muchas de las actividades en clase fueron mediadas por la virtualidad utilizando diferentes plataformas como Kahoot o Miro, el potencial de estas no fue aprovechado en su máxima capacidad. Por el contrario, actuaron como paños de agua tibia para solventar temporalmente la necesidad de “interacción” en el aula virtual. Ahora bien, esta experiencia en carne propia dejó ver claramente que los profesores no están preparados para salir de su zona de confort. Por lo que ahora cabe preguntarse: ¿Se está preparando a los docentes para trabajar nuevas formas de enseñanza utilizando la tecnología y la sociedad del conocimiento? ¿Cómo hacerlo? La respuesta debe involucrar no sólo habilidades específicas en el manejo de un ordenador, sino que abarca la disposición y confianza que los maestros tienen en sí mismos para proponer y transformar entornos educativos con la tecnología como herramienta de apoyo para el desarrollo de conocimientos y aprendizajes significativos.
La alfabetización digital se refiere a las competencias y destrezas necesarias para desenvolverse en un ambiente tecnológico, por lo que, dadas las herramientas tecnológicas disponibles, la persona pueda buscar, procesar, valorar, transmitir y producir información dispuesta en la red. En otras palabras, es una competencia crucial para desempeñarse efectivamente en la sociedad del conocimiento. Fundamentalmente, la alfabetización digital va más allá de entender el funcionamiento del hardware. Como indicaron Valerio y Valenzuela (2011), se debe adquirir algo más que las destrezas y habilidades para utilizar un determinado programa informático. Es preciso emplear un amplio abanico de complejas habilidades cognitivas, motrices, sociales, emocionales y metodológicas para aprovechar cualquier entorno digital especialmente aplicado al ámbito educativo.
Cuando hablamos de programas que incentivan la alfabetización digital a menudo van dirigidos, con las mejores intenciones, a los estudiantes como preparación para un buen desempeño dentro y fuera del aula, más o no enfocado a sus profesores. Lo anterior es especialmente cierto con las generaciones más jóvenes pues, sin generalizar, podría decirse que son nativos digitales enfrentándose a un mundo cada vez más impulsado por lo tecnológico. Por ello no es sorpresa que en un estudio realizado en la Universidad de Guadalajara se encontró que, si bien un poco más del 90% de docentes tienen acceso a una computadora y a internet, el 80% de profesores señalaron tener escasos conocimientos y habilidades en el manejo de estas herramientas como apoyo a la labor docente (Rodríguez y Padilla, 2007). Tales destrezas descritas componen un repertorio que los docentes también deberíamos estar familiarizados, y es este el enfoque de este artículo. No debemos olvidar que más que con fines de enriquecer un perfil profesional en una hoja de vida, la alfabetización digital es una necesidad educativa por fuerza del entorno sociocultural en el que se ven envueltos los jóvenes en formación.
Por esto es vital que los profesores tengan acceso a una capacitación para un buen desempeño en un ambiente electrónico. Esto puede llevarse a cabo a través de cursos, talleres o seminarios sean presenciales, mixtos o con una modalidad y estructura completamente virtual que consideren tanto aspectos técnicos, didácticos, pedagógicos y con un enfoque al desarrollo personal. De forma que extiendo la invitación a las directivas a que se atrevan a diseñar y promocionar activamente políticas de apoyo y acompañamiento docente para la integración de herramientas tecnológicas en el campo curricular y desarrollo de proyectos pedagógicos con las TIC. Y a los maestros los invito a ser fuente de apoyo y colaboración para sus pares, asegurando así una participación de toda la comunidad educativa en una apuesta por la optimización de los entornos educativos mediados por herramientas tecnológicas.
Tales propuestas pueden tomar inspiración en un estudio exploratorio dirigido a alfabetizar digitalmente a 39 docentes de postgrado de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Carabobo (Venezuela) en la que buscaban sensibilizarlos y desarrollar en ellos una actitud favorable hacia el uso de las herramientas en cuatro etapas (reflexión inicial, planificación, ejecución y observación y reflexión). Como resultado, los profesores aplicaron una modalidad con integración tecnológica en sus respectivas aulas que motivaron y facilitaron el aprendizaje en sus estudiantes (Páez, 2008). Así pues, esta capacitación también contribuyó a que gradualmente los maestros superaran su miedo al uso de herramientas telemáticas como recurso en sus clases. De manera similar ocurrió en la Universidad de Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez en Cuba dirigido a los docentes de las escuelas de hotelería y turismo con el fin de orientar su formación en TIC elaborado sobre la base de tres dimensiones (tecnología, enseñanza y desarrollo profesional-investigativo). Tras seis meses de haber completado la capacitación, ocho docentes montaron e impartieron cursos mediados por la plataforma Moodle y aseguran que la calidad general de estos había aumentado (Avello y López, 2015).
Para finalizar, rescato la idea de que la implementación de las TIC en la educación va mucho más allá de traer un computador a las aulas o de proyectar diapositivas. Agregando a lo anterior, cabe aclarar que la alfabetización digital no es una camisa de fuerza y que hacer uso de tecnología no siempre es sinónimo de avance o innovación como tal, puesto que existen metodologías que son exitosas sin ser mediadas por las TIC. Más bien se trata de asignarle al ser docente el rol de agente de creación ya que por sí sola la tecnología no hace ambientes de aprendizaje significativos ni dan garantía de que la enseñanza sea efectiva o de calidad. Quien hace que todo eso sea posible es el y la maestra al apropiarse de las diferentes configuraciones de tipo didáctico con apoyo de las tecnologías a pesar de posibles obstáculos como el hecho de no ser necesariamente un nativo digital. Es ahí cuando la alfabetización digital cobra importancia como potencial formativo y capacitador de dichos agentes de innovación y creación (los profesores) para construir conocimiento de la mejor más significativa posible en conjunto con sus estudiantes.
La alfabetización digital se refiere a las competencias y destrezas necesarias para desenvolverse en un ambiente tecnológico, por lo que, dadas las herramientas tecnológicas disponibles, la persona pueda buscar, procesar, valorar, transmitir y producir información dispuesta en la red. En otras palabras, es una competencia crucial para desempeñarse efectivamente en la sociedad del conocimiento. Fundamentalmente, la alfabetización digital va más allá de entender el funcionamiento del hardware. Como indicaron Valerio y Valenzuela (2011), se debe adquirir algo más que las destrezas y habilidades para utilizar un determinado programa informático. Es preciso emplear un amplio abanico de complejas habilidades cognitivas, motrices, sociales, emocionales y metodológicas para aprovechar cualquier entorno digital especialmente aplicado al ámbito educativo.
Cuando hablamos de programas que incentivan la alfabetización digital a menudo van dirigidos, con las mejores intenciones, a los estudiantes como preparación para un buen desempeño dentro y fuera del aula, más o no enfocado a sus profesores. Lo anterior es especialmente cierto con las generaciones más jóvenes pues, sin generalizar, podría decirse que son nativos digitales enfrentándose a un mundo cada vez más impulsado por lo tecnológico. Por ello no es sorpresa que en un estudio realizado en la Universidad de Guadalajara se encontró que, si bien un poco más del 90% de docentes tienen acceso a una computadora y a internet, el 80% de profesores señalaron tener escasos conocimientos y habilidades en el manejo de estas herramientas como apoyo a la labor docente (Rodríguez y Padilla, 2007). Tales destrezas descritas componen un repertorio que los docentes también deberíamos estar familiarizados, y es este el enfoque de este artículo. No debemos olvidar que más que con fines de enriquecer un perfil profesional en una hoja de vida, la alfabetización digital es una necesidad educativa por fuerza del entorno sociocultural en el que se ven envueltos los jóvenes en formación.
Por esto es vital que los profesores tengan acceso a una capacitación para un buen desempeño en un ambiente electrónico. Esto puede llevarse a cabo a través de cursos, talleres o seminarios sean presenciales, mixtos o con una modalidad y estructura completamente virtual que consideren tanto aspectos técnicos, didácticos, pedagógicos y con un enfoque al desarrollo personal. De forma que extiendo la invitación a las directivas a que se atrevan a diseñar y promocionar activamente políticas de apoyo y acompañamiento docente para la integración de herramientas tecnológicas en el campo curricular y desarrollo de proyectos pedagógicos con las TIC. Y a los maestros los invito a ser fuente de apoyo y colaboración para sus pares, asegurando así una participación de toda la comunidad educativa en una apuesta por la optimización de los entornos educativos mediados por herramientas tecnológicas.
Tales propuestas pueden tomar inspiración en un estudio exploratorio dirigido a alfabetizar digitalmente a 39 docentes de postgrado de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Carabobo (Venezuela) en la que buscaban sensibilizarlos y desarrollar en ellos una actitud favorable hacia el uso de las herramientas en cuatro etapas (reflexión inicial, planificación, ejecución y observación y reflexión). Como resultado, los profesores aplicaron una modalidad con integración tecnológica en sus respectivas aulas que motivaron y facilitaron el aprendizaje en sus estudiantes (Páez, 2008). Así pues, esta capacitación también contribuyó a que gradualmente los maestros superaran su miedo al uso de herramientas telemáticas como recurso en sus clases. De manera similar ocurrió en la Universidad de Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez en Cuba dirigido a los docentes de las escuelas de hotelería y turismo con el fin de orientar su formación en TIC elaborado sobre la base de tres dimensiones (tecnología, enseñanza y desarrollo profesional-investigativo). Tras seis meses de haber completado la capacitación, ocho docentes montaron e impartieron cursos mediados por la plataforma Moodle y aseguran que la calidad general de estos había aumentado (Avello y López, 2015).
Para finalizar, rescato la idea de que la implementación de las TIC en la educación va mucho más allá de traer un computador a las aulas o de proyectar diapositivas. Agregando a lo anterior, cabe aclarar que la alfabetización digital no es una camisa de fuerza y que hacer uso de tecnología no siempre es sinónimo de avance o innovación como tal, puesto que existen metodologías que son exitosas sin ser mediadas por las TIC. Más bien se trata de asignarle al ser docente el rol de agente de creación ya que por sí sola la tecnología no hace ambientes de aprendizaje significativos ni dan garantía de que la enseñanza sea efectiva o de calidad. Quien hace que todo eso sea posible es el y la maestra al apropiarse de las diferentes configuraciones de tipo didáctico con apoyo de las tecnologías a pesar de posibles obstáculos como el hecho de no ser necesariamente un nativo digital. Es ahí cuando la alfabetización digital cobra importancia como potencial formativo y capacitador de dichos agentes de innovación y creación (los profesores) para construir conocimiento de la mejor más significativa posible en conjunto con sus estudiantes.
Referencias Bibliográficas
Armenta, C. E. R., & Muñoz, R. P. (2007). La alfabetización digital en los docentes de la Universidad de Guadalajara. Apertura. http://udgvirtual.udg.mx/apertura/index.php/apertura/article/view/1217/701
Avello Martínez, R., & López Fernández, R. (2015). Digital literacy for teachers in Cuban Tourism and Hotel Management Schools. Some experiences on its development. International Journal of Educational Technology in Higher Education, 12(3), 3-16.
Páez, H. (2008). Alfabetización digital para docentes de postgrado. Paradigma, 29(2), 7-34. http://ve.scielo.org/scielo.php?pid=S1011-22512008000200002&script=sci_arttext
Tejedor, S., Cervi, L., Pérez-Escoda, A., & Jumbo, F. T. (2020). Digital literacy and higher education during COVID-19 lockdown: Spain, Italy, and Ecuador. Publications, 8(4), 48
Valerio, G., & Valenzuela, J. (2011). Competencias informáticas para el e-learning 2.0. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia. 14(1), 137-160. https://link.springer.com/content/pdf/10.7238/rusc.v12i3.1994.pdf
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