Cuatro formas de dar una retroalimentación efectiva aprovechando su plataforma LMS institucional.
Por Danna Valentina Salinas Muñoz
Plataformas como Moodle (INTU en Icesi), Blackboard, Brightspace, Edmodo, Google Classroom, entre otras, iniciaron como complemento a la enseñanza presencial. No recibían tanta atención como lo hacen en estos momentos, porque las entregas generalmente se hacían de manera presencial y en físico. No obstante, con la repentina y forzosa adaptación a los recursos digitales a causa de la pandemia del COVID-19, usarlas para abonar a la idea de retroalimentación es menos popular. Y cuando ocurre, hay cada vez más un problema de deshumanización. Por lo general, al realizar la entrega, los estudiantes solamente reciben la calificación de su trabajo con un pequeño comentario que no da explicaciones suficientes para despejar dudas con miras a la mejora continua. En otras palabras, reciben retroalimentación con falta de expresividad que no colabora con la comprensión de los errores. Olvidando que es una oportunidad valiosa de aprendizaje para estudiantes y docentes. Un acto que humaniza.
En este artículo, veremos cómo maximizar el potencial de estas plataformas para que tus estudiantes se beneficien de una buena retroalimentación en cualquier modalidad.
Utilice el espacio para cometarios. La primera estrategia para dar una retroalimentación efectiva es utilizar el espacio disponible en la plataforma para comentarios al revisar la entrega de un estudiante. Se recomienda usar un lenguaje amable y asertivo. Con comentarios que se desarrollen de manera lógica. Preferiblemente, guiados por una rúbrica de evaluación o realizando una lista de temas por tocar para no dejar por fuera ningún aspecto. Aunque habla del pasado, se orienta hacia el futuro y debe prestar atención en los objetivos pretendidos (Sepúlveda, 2019).
Como lo señalan Hattie y Timperley (2007) en Lozano y Tamez (2014), una retroalimentación ideal pasa por analizar la diferencia entre lo que fue solicitado en las instrucciones con lo que el estudiante entregó. Más allá de esta fase, también se requiere que expresemos en forma concreta las áreas de oportunidad que tiene el alumno para aprovechar mejor el aprendizaje. Esto último respondiendo a preguntas como: ¿qué le hace falta conocer para alcanzar el objetivo de aprendizaje esperado? Concretamente ¿qué puede hacer mejor en una próxima ocasión? ¿El estudiante entiende las instrucciones y lo que se espera de su trabajo? Por mencionar algunas, estos son elementos integrales que son generalmente pasados por alto. Y preferiblemente, responda a estas preguntas con ideas específicas haga énfasis cuando el alumno cumpla con los requisitos.
Evalúe otros aspectos del desempeño que sean generales y que le ayuden al estudiante a mejorar sus competencias profesionales. La retroalimentación que le brindemos a nuestros estudiantes debe ser duradera, dando oportunidades de aprendizaje que no solamente sean útiles para una actividad en una asignatura especifica. A su vez, lo ideal es que nuestros comentarios sean precisos y claros desde un comienzo, también es beneficioso dejarle saber al estudiante que estaremos dispuestos a solucionar dudas sobre la retroalimentación. Esta idea final es poderosa puesto que dispone la retroalimentación como un monitoreo constante del aprendizaje de los alumnos. Tal monitoreo se ve facilitado por las plataformas institucionales. Por lo que, si es necesario, se pueden diseñar en ellas actividades complementarias para llegar al mismo objetivo de aprendizaje.
Realice ejercicios de autoevaluación y co evaluación. Podemos utilizar opciones como la de crear foros en la plataforma para incitar la retroalimentación entre pares. Se trata de que entre los estudiantes de un mismo salón revisen su trabajo entre todos, haciendo comentarios con los aspectos positivos y las oportunidades de mejora. Todo esto, con la finalidad de ser recogido por el docente que entrega una versión final de la retroalimentación.
Retroalimente con grabaciones de audio. La retroalimentación por grabaciones de audio es más humana en la medida que se escucha la voz del interlocutor, se sentirá más personalizado y se podrán dar más detalles. Esta modalidad fue aprovechada durante el curso de Comunicación Oral y Escrita II por el profesor Juan Camilo Zúñiga en la Universidad Icesi. Quién para el trabajo final de expresión oral, dejaba comentarios con audios. Lo que permitía a los estudiantes conocer la intención del interlocutor (en este caso, del docente).
En conclusión, la retroalimentación debe ser una interacción que invite al descubrimiento y a la reflexión. Por lo que, desde un planteamiento de una educación de calidad, no debe ser descuidada. Más bien, es una labor del rol docente que nos acerca al progreso formativo de nuestros estudiantes quiénes hallarán sabios consejos en la palabra amable y oportuna de un buen maestro. Porque más allá de ser un instrumento pedagógico, puede llegar a ser un instrumento que humaniza y nos acerca a las necesidades de los estudiantes. Así pues, les extiendo la invitación a dejar comentarios más que sólo la nota, sino bajo la luz de la pasión del saber.
En este artículo, veremos cómo maximizar el potencial de estas plataformas para que tus estudiantes se beneficien de una buena retroalimentación en cualquier modalidad.
Utilice el espacio para cometarios. La primera estrategia para dar una retroalimentación efectiva es utilizar el espacio disponible en la plataforma para comentarios al revisar la entrega de un estudiante. Se recomienda usar un lenguaje amable y asertivo. Con comentarios que se desarrollen de manera lógica. Preferiblemente, guiados por una rúbrica de evaluación o realizando una lista de temas por tocar para no dejar por fuera ningún aspecto. Aunque habla del pasado, se orienta hacia el futuro y debe prestar atención en los objetivos pretendidos (Sepúlveda, 2019).
Como lo señalan Hattie y Timperley (2007) en Lozano y Tamez (2014), una retroalimentación ideal pasa por analizar la diferencia entre lo que fue solicitado en las instrucciones con lo que el estudiante entregó. Más allá de esta fase, también se requiere que expresemos en forma concreta las áreas de oportunidad que tiene el alumno para aprovechar mejor el aprendizaje. Esto último respondiendo a preguntas como: ¿qué le hace falta conocer para alcanzar el objetivo de aprendizaje esperado? Concretamente ¿qué puede hacer mejor en una próxima ocasión? ¿El estudiante entiende las instrucciones y lo que se espera de su trabajo? Por mencionar algunas, estos son elementos integrales que son generalmente pasados por alto. Y preferiblemente, responda a estas preguntas con ideas específicas haga énfasis cuando el alumno cumpla con los requisitos.
Evalúe otros aspectos del desempeño que sean generales y que le ayuden al estudiante a mejorar sus competencias profesionales. La retroalimentación que le brindemos a nuestros estudiantes debe ser duradera, dando oportunidades de aprendizaje que no solamente sean útiles para una actividad en una asignatura especifica. A su vez, lo ideal es que nuestros comentarios sean precisos y claros desde un comienzo, también es beneficioso dejarle saber al estudiante que estaremos dispuestos a solucionar dudas sobre la retroalimentación. Esta idea final es poderosa puesto que dispone la retroalimentación como un monitoreo constante del aprendizaje de los alumnos. Tal monitoreo se ve facilitado por las plataformas institucionales. Por lo que, si es necesario, se pueden diseñar en ellas actividades complementarias para llegar al mismo objetivo de aprendizaje.
Realice ejercicios de autoevaluación y co evaluación. Podemos utilizar opciones como la de crear foros en la plataforma para incitar la retroalimentación entre pares. Se trata de que entre los estudiantes de un mismo salón revisen su trabajo entre todos, haciendo comentarios con los aspectos positivos y las oportunidades de mejora. Todo esto, con la finalidad de ser recogido por el docente que entrega una versión final de la retroalimentación.
Retroalimente con grabaciones de audio. La retroalimentación por grabaciones de audio es más humana en la medida que se escucha la voz del interlocutor, se sentirá más personalizado y se podrán dar más detalles. Esta modalidad fue aprovechada durante el curso de Comunicación Oral y Escrita II por el profesor Juan Camilo Zúñiga en la Universidad Icesi. Quién para el trabajo final de expresión oral, dejaba comentarios con audios. Lo que permitía a los estudiantes conocer la intención del interlocutor (en este caso, del docente).
En conclusión, la retroalimentación debe ser una interacción que invite al descubrimiento y a la reflexión. Por lo que, desde un planteamiento de una educación de calidad, no debe ser descuidada. Más bien, es una labor del rol docente que nos acerca al progreso formativo de nuestros estudiantes quiénes hallarán sabios consejos en la palabra amable y oportuna de un buen maestro. Porque más allá de ser un instrumento pedagógico, puede llegar a ser un instrumento que humaniza y nos acerca a las necesidades de los estudiantes. Así pues, les extiendo la invitación a dejar comentarios más que sólo la nota, sino bajo la luz de la pasión del saber.
Referencias Bibliográficas
Almansa, A., Van-Zummeren, G., & Haro, R. (2019). Funcionalidades de Moodle y Edmodo en las enseñanzas medias y superiores. Recuperado de: https://doi.org/10.15198/seeci.2019.50.87-105
Anijovich, R. (2017). La evaluación como oportunidad. Buenos Aires. Paidós.
Lozano, F., & Tamez, L. (2014). RETROALIMENTACIÓN FORMATIVA PARA ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN A DISTANCIA. Recuperado de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=331431248010
Sepúlveda, M. (2019). Humanización del acto de la retroalimentación en la educación virtual. Recuperado de: https://doi.org/10.21158/2357514x.v7.n1.2019.2326
Almansa, A., Van-Zummeren, G., & Haro, R. (2019). Funcionalidades de Moodle y Edmodo en las enseñanzas medias y superiores. Recuperado de: https://doi.org/10.15198/seeci.2019.50.87-105
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Sepúlveda, M. (2019). Humanización del acto de la retroalimentación en la educación virtual. Recuperado de: https://doi.org/10.21158/2357514x.v7.n1.2019.2326